La salvación del Euro serían
dos monedas, según una propuesta francesa. Varios economistas franceses hacen
un juego de palabras y en vez de moneda única hablan de moneda común. Los países
contarían con euro-marcos, euro-florines, euro-pesetas y así. Unas monedas
fluctuarían frente a las otras dependiendo del estado de la economía de cada país.
Así se harían ajustes. Pero el euro no desaparece, sino que sigue existiendo.
Esa propuesta tiene toda la
pinta de que están hablando de regresar a la situación anterior de la entrada
del euro en vigor como moneda física real. Volver a los tiempos en que cada país
tenía su moneda aunque ya existía una unidad monetaria, el ECU, supranacional.
O sea, en vez de decir
claramente que se disuelva el Euro y volver a empezar, elaboran una teoría con
dos monedas, una de las cuales seguiría siendo el Euro y la otra un euro-algo. Pero
por mucho que le llamen euro-peseta, sería volver a la peseta. Y al florín, y
al franco, y así.
El plan de estos economistas
busca eludir el que los países tengan que ajustar sus gastos públicos y reducir
sus endeudamientos. Italia podría disponer de todas las euro-liras que
quisiera: sólo tendría que imprimirlas. Pero no se ve claro como pagaría sus
deudas en euros-euros. Y los que venden petróleo, gas y otros productos básicos,
¿aceptarían cobrar en euro-liras o querrían cobrar en euros-euros?.
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