Sobre el euro, eurobonos y la deuda compartida, la postura de los socialistas alemanes declarada por el lider del partido PSD socialdemócrata alemán en Agosto de 2012 viene a coincidir en esencia con las tesis de Merkel y que no son otras que las de más del 60% de los trabajadores alemanes. O sea, que hace falta un control presupuestario común para todos los países que pertenecen al club de la moneda única antes de hablar de compartir riesgo de endeudamiento.
Una vez que existiera dicho control presupuestario común, podrían emitirse eurobonos y Alemania compartiría el riesgo de la deuda con otros países avalando dichos Eurobonos. Aunque Sigmar Gabriel dice estar en contra de la negativa de Merkel a avalar los eurobonos, en realidad está diciendo lo mismo que ella. Además, hace constar que para emitir Eurobonos respaldados por Alemania, hace falta hacer una reforma constitucional alemana. Casi nada. Largo me lo fiáis.
Es de pura lógica que sin ser la zona de la moneda única un país, sino una asociación de 17 países a fecha de 2013, los países más eficientes y menos derrochones no quieren asumir deudas que puedan contraer otros menos eficientes y más derrochones. En que cabeza cabe que un alemán o un austríaco, por ejemplo, va a estar dispuesto a que vaya dinero de sus impuestos a España para que un dirigente nacionalista en Cataluña se lo gaste en una inmersión lingüística o un dirigente regionalista de Andalucía se lo gaste en una televisión autonómica.
Lo más normal sería que para emitir Eurobonos tendría que haber un mínimo control del gasto público, con una lista de cosas en las que se puede gastar y en las que no. Sólo los gastos imprescindibles y los productivos deberían formar parte de dicha lista.
Es de pura lógica que sin ser la zona de la moneda única un país, sino una asociación de 17 países a fecha de 2013, los países más eficientes y menos derrochones no quieren asumir deudas que puedan contraer otros menos eficientes y más derrochones. En que cabeza cabe que un alemán o un austríaco, por ejemplo, va a estar dispuesto a que vaya dinero de sus impuestos a España para que un dirigente nacionalista en Cataluña se lo gaste en una inmersión lingüística o un dirigente regionalista de Andalucía se lo gaste en una televisión autonómica.
Lo más normal sería que para emitir Eurobonos tendría que haber un mínimo control del gasto público, con una lista de cosas en las que se puede gastar y en las que no. Sólo los gastos imprescindibles y los productivos deberían formar parte de dicha lista.
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