El nuevo partido alemán AFD que vio la luz en Abril de 2013,
siglas de Alternativa para Alemania, viene a poner en público lo que muchos
alemanes piensan, que el euro no les conviene y que los países del sur de
Europa conocidos como PIGS les van a llevar a la ruina. Su propuesta es el
regreso a la antigua moneda del Marco y el desmantelamiento ordenado del
Eurogrupo para que los demás hagan lo mismo.
AFD mantiene que cada país
ha de tener soberanía sobre su moneda y que la moneda única ha sido un fracaso
por agrupar países muy diferentes y por la dificultad que entraña que los 17
miembros del Eurogrupo se pongan de acuerdo sobre lo que hacer con la moneda en
cada momento que haya que tomar una decisión.
Las críticas han recaído desde
los organismos oficiales alemanes sobre el AFD. Es Gobierno manifestó que
Alemania necesita la existencia de la Eurozona y que propuestas como las de AFD
ponen en peligro los puestos de trabajo y el bienestar de los ciudadanos
alemanes. Y que en vez de pensar en salir con una mentalidad de egoísmo, hay
que pensar en reformas y en ser solidarios entre todos los países.
Uno de los dirigentes de UFD
es el economista Bernd Lucke, que perteneció durante muchos años a la CDU, la
Democracia Cristiana de Angela Merkel. Considera que la creación de la moneda
única como se hizo fue un error histórico y que acabar con el Euro no significa
un fracaso de Europa. Considera que los países europeos del Sur no están
capacitados para desenvolverse en la moneda única y que se está gestando en
ellos un sentimiento anti alemán.
Desde luego, lo que afirma
el AFD no puede despacharse sin más como de falso o de disparate. En 2013 se ha
llegado a un Eurocaos, después de que se hayan aceptado cosas propias de países
bananeros como quitas de deuda pública de Grecia, un país del Eurogrupo y
saqueos en las cuentas de ahorro de los depositantes de bancos de Chipre.
Si no existe voluntad entre
los países miembros del Club de renunciar a los endeudamientos públicos aunque
haya que aplicar economías de guerra, es muy difícil que el Euro no acabe
reventando de mala manera y siempre es mejor su voladura controlada como
propone AFD.
Además, la Eurozona se ha
convertido en una máquina de recaudar impuestos para intentar soportar los
enormes gastos públicos, con grandes deudas acumuladas en los últimos años. No
parece que más presión impositiva sea la solución en un mundo globalizado por
Internet y cada vez más competitivo. Los impuestos asfixian a las economías y
alimentan a las burocracias políticas.
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